Informe del comité de personas expertas para el desarrollo de un entorno digital seguro para la juventud y la infancia

A principios de diciembre, el Ministerio de Juventud e Infancia presentó el Informe del comité de personas expertas para el desarrollo de un entorno digital seguro para la juventud y la infancia, un documento elaborado por un comité de 50 personas expertas independientes con el objetivo de diseñar una hoja de ruta que promueva entornos digitales seguros para niñas, niños y adolescentes.

El informe realiza un diagnóstico sobre el impacto de las tecnologías en el bienestar y desarrollo de niños, niñas y adolescentes, y analiza diversos factores como la responsabilidad de la industria, la exposición de los niños y niñas en las redes sociales, el papel de las familias y otros actores de la sociedad, y las herramientas de protección.

En el documento se analiza el impacto del entorno digital en la salud de los y las menores, desde el impacto que tienen las pantallas en su salud a los posibles riesgos para su salud mental, entre los que están la depresión, la ansiedad, las adicciones, la influencia en la imagen corporal o los  trastornos de la conducta alimentaria.

Por otra parte, el informe incluye las siguientes recomendaciones dirigidas a las familias, según los distintos tramos de edad:

  • De 0 a 3 años: No exponer a los niños y niñas a los dispositivos digitales.
  • De 3 a 6 años: Desaconsejar el uso de dispositivos digitales. Como excepción, en caso de necesidad y de forma puntual y bajo la supervisión de un adulto, se puede permitir, con el objetivo de mantener un contacto social, familiar o cuando se determine por resolución judicial.
  • Hasta los 6 años: Se aconseja limitar el uso de dispositivos digitales por los adultos en presencia de menores.
  • De 6 a 12 años: Se limita el uso de los dispositivos con acceso a Internet y se recomienda priorizar actividades vivenciales, deportivas, en contacto con la naturaleza y el entorno físico y presencial. Si se decide utilizar un dispositivo, bajo la supervisión de un adulto y para acceder puntualmente y con límites prefijados únicamente a contenidos adaptados a sus edades y capacidad.
  • De 12 a 16 años: Si se decide permitir el acceso a dispositivos digitales, y como medidas de protección, es esencial instalar herramientas de control parental que permitan evitar el acceso a contenidos inadecuados, así como gestionar el tiempo de exposición, garantizando la adopción de medidas de seguridad y de configuración de la privacidad que todo dispositivo digital tiene.
  • De 12 a 16 años: Priorizar el uso de teléfonos analógicos (de sólo llamada), sin acceso a internet, si se estima que son necesarios. Retrasar la edad del primer móvil inteligente (con conexión a internet) lo máximo posible. Si las familias deciden la entrega de un móvil inteligente antes de los 16 años, utilizar el control parental para limitar y monitorear el acceso a los contenidos y el tiempo de uso.

En lo que respecta al ámbito educativo, los expertos instan a la regulación del uso de los dispositivos en los centros educativos. En este apartado, diferencian entre los de uso privado del alumnado (no permitidos en educación infantil y primaria, y limitados como herramientas pedagógicas en secundaria) y los de los propios centros. En estos últimos, se plantea la revisión contrastada de las aplicaciones, la eliminación de los sistemas de gratificación inmediata o el establecimiento de límites por edad, entre otros.

Además, en el informe se proponen un total de 107 medidas a corto, medio y largo plazo dirigidas a diferentes sectores: de regulación de la industria, en ámbito social y sanitario, en el ámbito educativo, de promoción de la seguridad en los entornos digitales y para políticas públicas.



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