Adolescentes en casa y cómo sobrevivir al COVID -19.

El cierre de escuelas e institutos y los titulares alarmantes frente a esta pandemia también han causado ansiedad entre nuestros adolescentes. De hecho, es lo que se supone que deben sentir. Los psicólogos reconocen desde hace tiempo que la ansiedad es una función normal y saludable que nos alerta de las amenazas y nos ayuda a tomar medidas para protegernos.
Primer paso explicarles que la ansiedad es completamente normal.Y esto como se hace porque tener a los adolescentes confinados en casa con esta situación, definitivamente tiene sus desafíos! Veamos algunos desafíos y consejos para ellos y sus familias (Child Mind institute).

Primer desafío distanciamiento físico.
Los adolescentes se sienten invencibles, piensan que no les puede pasar nada y la información que le llega “es que el coronavirus es menos grave para ellos”, esto puede ser un problema para que sigan las recomendaciones, pero es que  además no son invencibles, como tampoco lo son sus amigos. Quieren seguir como antes y ver a sus amigos y no entienden por qué el distanciamiento social se les aplica a ellos. Les gusta hacer piña, mantener el contacto físico y de repente ahora “no puedo abrazar a mi amiga/o, cogerle de la mano, dar un beso".
Qué hacer: Hablar con ellos y explicarles que “la exposición a este virus es algo exponencial y que no se trata que se sientan bien o que el coronavirus no los afecta tanto, el hecho es que pueden ser portadores asintomáticos y pueden contagiar a otros. Sus acciones, lo que hagan pueden afectar directamente el rumbo de esta crisis. Que vean gráficos datos, que muestren el potencial exponencial de las tasa de infección por coronavirus, así como medidas preventivas frente al COVID-19.
Lo pueden comentar con sus compañeros y profesores durante las clases online.
Permitirles conectar con los amigos, ya que es importante que mantengan ese contacto a través de las redes sociales. A las que ellos están tan acostumbrados y manejan sobradamente, con unas reglas sobre el tiempo dedicado a las redes sociales y pantallas ya que un exceso podría aumentar su ansiedad, por lo que poner un horario de conexiones es una buena pauta para este desafío.

Segundo desafío, surge la frustración por no ver a los amigos
Para los adolescentes y jóvenes, los amigos son lo más y establecer vínculos con sus compañeros forma parte de su desarrollo de adolescente. Estar en casa con tus padres aislado y no estar con su grupo o pandilla puede causar frustración y mal humor.
Qué hacer: Empatizar. Preguntarles cómo se sienten, escucharles, hablar con ellos, comunicarse y reconocer lo frustrante de esa situación. Conocer sus sentimientos y ver cómo resolver esto todos juntos, para que se más soportable. Crear distracciones, hay cosas que no podemos hacer como salir pero seguro que encuentra otras cosas que se pueden hacer juntos. Os recomendamos ver juntos la
muestra online de cortometrajes  de Cine y salud realizados por alumnado de centros educativos de Aragón ¡a lo mejor ha participado tú hijo/a!, o ver sus películas favoritas, lecturas para desconectar de las preocupaciones del día.

Tercer desafío ¡Los deberes!
Los centros educativos están cerrados y hay que seguir como se pueda con las clases y los deberes. Qué hacer: Juntos planificar, estructurar el día escolar, crear un cronograma realista para realizar el trabajo en períodos definidos, incorporando descansos y momentos para socializar, hacer ejercicio y entretenerse.
Una pauta puede ser: primero hacer una sesión de trabajo, luego darse una recompensa con algo relajante.

Cuarto desafío Cuidarse de forma saludable
Qué hacer:Los adolescentes para disminuir el estrés tienen que dormir lo suficiente,
comer saludablemente y hacen ejercicio regularmente. Mantener un horario de sueño constante, con tiempos predecibles para despertarse y acostarse, es especialmente importante para mantener un estado de ánimo positivo y su capacidad para cumplir con las expectativas académicas.
Los hábitos saludables son particularmente importantes si se presenta la ansiedad o depresión. Perder las rutinas en las que han llegado a confiar puede ser una gran fuente de estrés.

Quinto desafió, la decepción.
Posiblemente están pensando en las experiencias importantes que se están perdiendo: campeonatos deportivos, partidos, graduaciones de bachillerato y universidad, cumpleaños, fiestas. Esto para ellos es una decepción, ya que para un adolescente es muy valioso, sus pensamientos van dirigidos a buscar la novedad, nuevas experiencias, situaciones y esta crisis supone una limitación.
Que hacer:Hay que animarles a que expresen y compartan este sentimiento., de pérdida tan decepcionante, y escuchar, dar confianza en la capacidad que tienen para recuperarse y a procesar sus sentimientos de forma diferente: centrándose en leer, dibujar, escuchar música... o  hablar con sus amigos y compartir su tristeza.

Sexto desafío. Ser amable.
Con uno mismo y con los demás. En tiempo de aislamiento pueden sufrir acoso ellos o algún amigo, hablarlo con algún adulto para encontrar ayuda y apoyo. Explícales, además, que ahora más que nunca necesitamos ser cuidadosos con lo que compartimos o decimos que pueda herir a otras personas.Controlar el propio comportamiento con los padres, madres y hermanos, abuelos ellos también están ansiosos, convivir las 24 horas en el mismo espacio no es fácil y todos tienen que poner de su parte, respetándose y teniendo una actitud colaborativa. Hay que hacer lo posible por manejar la ansiedad y compartir los miedos, incertidumbres en familia. Eso puede significar contener las emociones, lo cual puede ser difícil a veces. Los adolescentes confían en sus padres para que les den una sensación de seguridad.
Qué más podemos hacer frente a estos desafíos para encontrarnos mejor, además de las pautas comentadas:
Práctica la atención plena, mindfulness.
Cuando nuestras rutinas se ven interrumpidas y podemos sentirnos abrumados por la frustración y la decepción, la atención plena nos enseña a conectar con nuestras emociones en cualquier momento y a experimentarlas sin juzgarlas., nos puede resultar muy útil.
Concentrarse en uno mismo. Posiblemente, en algún momento ha habido algo nuevo que ha querido aprender. Ahora puede ser el momento de hacerlo.
Animarle a que pase tiempo aprendiendo a tocar un instrumento que haya en casa o que empiece a escribir un diario. Que se concentre en sí mismo y encuentre formas de usar su nuevo tiempo libre es una forma productiva de cuidar su salud mental. Se le puede animar a hacer una lista de todos los libros que quiere leer y de las cosas que quiere hacer antes de que acabe el aislamiento.
Puedes aportar tu granito de arena. Responsabilidad social.
Por qué no aprovechar ese ramalazo de abanderado social que alguna vez ha manifestado, tener un propósito, una causa social, este es el momento para iniciar un voluntariado, ayudar a personas que lo necesiten, asumiendo un papel más activo en esta pandemia. Puede ser desde casa, no hay que subestimar la creatividad del adolescente.!!!
Se le puede preguntar ¿Qué es lo que más te importa en esta crisis? ¿A quién puedes ayudar? ¿Cómo puedes usar tus habilidades para ayudar al mundo en este momento?
Cómo reflexión final:
“Lo que puede parecer obvio para los adultos, no lo es para el adolescente”.
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