La
posibilidad de que, a partir de este domingo, niños y niñas puedan salir a dar
paseos y jugar en la calle contribuirá a mejorar su bienestar; especialmente
para aquellos que viven en hogares más vulnerables.
Todos
somos parte de una comunidad que vela para que estos paseos se den en
condiciones de seguridad. Aunque no siempre las veamos, hay muchas personas que
en cada municipio trabajan para que esto sea así.
Padres
y madres son conscientes de que tanto ellos como sus hijos se van a enfrentar
a una situación nueva y que, como en la mayor parte de las ocasiones van a saber manejarla de manera adecuada. Porque las familias tienen recursos para hacerlo y porque, en general, los niños tienen ganas de salir a la calle.
Si previamente detectamos en los niños algún miedo o inquietud sobre todo ello, es importante mantener la calma. Los niños observan a sus padres para recibir información sobre cómo interpretar las situaciones.
Si previamente detectamos en los niños algún miedo o inquietud sobre todo ello, es importante mantener la calma. Los niños observan a sus padres para recibir información sobre cómo interpretar las situaciones.
Para
algunos niños, ver a sus padres usando mascarillas cuando van y vienen, o salir
a la calle manteniendo el distanciamiento físico, puede ser desconcertante.
Antes
de nada es importante reconocer primero que puede ser incómodo no saber quién
está detrás de una mascarilla. Estamos acostumbrados a obtener mucha
información observando el rostro de las personas. La mascarilla elimina de
nuestra vista parte de esas señales emocionales, y esto puede resultar
especialmente inquietante para los niños.
Es
importante explicar a los niños que las personas usan mascarillas como una
forma de ayudar a los demás; podemos explicarles que es un acto de
responsabilidad social, como lavarnos las manos, que es algo que hacemos para mantenernos sanos, pero también para
ayudar a proteger a los demás.
Cada
familia conoce la forma de expresarse de sus hijos e hijas y cómo reaccionarán ante la
posibilidad de salir de nuevo a la calle. Algunas veces tendremos que contener
y otras dar confianza. Ante un posible miedo frente a un escenario,
la calle, valorado ahora como inseguro podemos reaccionar diciendo de un modo
calmado:
“Entiendo
que tengas miedo, hace tiempo que no salimos a la calle. Podemos concentrarnos
en lo que sabemos que tenemos que hacer para protegernos a nosotros mismos y
los demás ”.
Es importante ser realista, explicar antes de salir lo que nos vamos a encontrar en la calle (menos personas, casi todos con mascarillas, y guardando una distancia física) y transmitir seguridad: todo eso son mediadas que adoptamos para estar todos seguros cuando compartimos los espacios públicos.
Es importante ser realista, explicar antes de salir lo que nos vamos a encontrar en la calle (menos personas, casi todos con mascarillas, y guardando una distancia física) y transmitir seguridad: todo eso son mediadas que adoptamos para estar todos seguros cuando compartimos los espacios públicos.
Un
posible mensaje sería: “sabemos cómo protegernos y cómo cuidarnos, y lo vamos a
llevar a cabo también en la calle”.
Nos
concentramos en lo que estamos haciendo ahora y en hacer la vida consistente y
predecible: recuperar una parte del control que habíamos perdido y expresar la
confianza en que juntos podemos hacerlo bien.
Queremos hacer un par de propuestas lúdicas (para casa, en algún momento previo a la primera salida a la calle):
- Una sobre uso correcto de mascarillas: proponemos un juego en el que un adulto se pone una mascarilla y los niños detectan posibles errores.
- Otra sobre la distancia física: podemos proponer a los niñós que midan uno de sus zapatos y calculen cuántos zapatos necesitan para llegar a dos metros; esa es la distancia que hay que guardar con otras personas.
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